Case Studies

La semilla -ejercicios de comprension lectora

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    Érase una vez una semilla que cayó entre las rocas y no podía salir.

    Se puso muy triste y dijo:

    - Nunca llegaré a ser una planta, sin tierra, sin agua y sin sol.

    Un pájaro oyó a la semilla y fue a ver a la madre tierra.

    - La semilla está atrapada entre las rocas y no puede salir.

    Entonces, la madre tierra llamó al sol y a la lluvia. Los tres juntos fueron donde la semilla y le dijeron:

Abre tus hojitas

al viento y al sol.

Nacerá tu tallo

una bella flor.

    La lluvia comenzó a caer. La semilla se hundió en la tierra fértil. Tomó la fuerza con el agua y el sol y empezó a germinar.

    Las hojas parecían dos ojitos verdes maravillados del mundo. El tallo siguió creciendo y creciendo... De pronto nació un capullo y luego brotó la flor: un círculo con pecas rodeado de pétalos amarillos.

    ¡Aquella flor tan hermosa era un girasol!

    (Isabel Freire de Matos)

 

 

1) ¿Dónde cayó la semilla?

  1. a) Entre las hojas
  2. b) En el camino
  3. c) Entre las rocas

   

2) ¿A quién fue a ver el pajarito?

  1. a) A la madre tierra
  2. b) A las hojas
  3. c) A la madre semilla

  

 3) ¿A quién llamó la tierra madre?

  1. a) A la tierra y el sol
  2. b) Al sol y a la lluvia
  3. c) A la tierra y a la lluvia

   

4) ¿Cómo tomó fuerza la semilla?

  1. a) Con el sol y con el viento
  2. b) Con el agua y el viento
  3. c) Con el agua y el sol

La visita de la primavera -ejercicios de comprension lectora

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    Había una vez una ciudad en donde no conocían las flores. En los floreros ponían alcachofas, puerros y hojas de perejil.

    Y nadie sabía distinguir una rosa de una berza.

    Todo esto sucedía porque la primavera nunca había pasado por allí.

    Mientras tanto, doña Primavera se aburría en un  castillo sin saber qué hacer. 

    El pobre don Primavero siempre tenía que inventar juegos para entretener a su esposa.    

    Y no podía hacer otra cosa en todo el día.

    Doña Primavera decía suspirando:  

    -Primavero, ¿qué hago ahora? ¡Me aburro!  

    Don Primavero sacó una gran bola del mundo y dijo:

    -Con lo despistada que eres, seguro que te has olvidado de pasar por alguna ciudad.

    Estuvieron repasando la bola durante mucho tiempo.  

    De pronto, dijo don Primavero:  

    -¡Aquí hay una ciudad en donde no te conocen!   

    Doña Primavera se vistió un manto hecho de pétalos de rosa y, en un vuelo, llegó a la ciudad.

    Toda la gente salía de sus casas para ver aquel  manto tan hermoso.    

    Y doña Primavera pregonaba su mercancía:

    -¡Hay flores para todos! ¡Ha llegado la Primavera!

    Doña Primavera tocaba los árboles y éstos inmediatamente florecían. A su paso brotaban los rosales, los geranios y los almendros en flor.

    Doña Primavera derramó flores por los campos, por los jardines, por las plazas.

    Y todos cantaron y bailaron cogidos de las manos. 

 

 

¿Qué ponían en los floreros?    

  1. a) Flores.
  2. b) Alcachofas.
  3. c) Nada.

  

Don Primavero entretenía a su esposa...

  1. a) Cantando.
  2. b) Inventando juegos.  
  3. c) Yendo de viaje.

  

¿Qué derramó doña Primavera? 

  1. a) Flores.
  2. b) Ilusiones. 
  3. c) Agua.

  

¿Qué ocurrió al final? 

  1. a) Que todos estaban tristes.
  2. b) Todos cogieron una flor. 
  3. c) Todos cantaron y bailaron cogidos de las manos.

la ratita presumida - lectura comprension

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LA RATITA PRESUMIDA

    Hace muchos años había una ratita tan hacendosa, que una mañana barría en el portal de su casa y se  encontró una moneda.

    Con el dinero no sabía qué hacer, pero finalmente se compró un lazo para presumir.

    Se encontró tan preciosa que quiso casarse pronto y enamorar a algún tonto que la quisiese por esposa.   Un día, presumía por la ventana y acertó a pasar un pato que, el ver a nuestra amiga, le dijo:

    -¿Quieres casarte conmigo?  

    -Quizá sí o quizás no; antes quiero oír tu voz.

    -¡Cua, cua! -respondió el patito.  

    -¡No, no, más que voz parece un grillo!

    Lo mismo le preguntó un cerdo.  

    -Quizá sí o quizás no; antes quiero oír tu voz.

    -¡Gruñ, gruñ!

    -¡Oh, no, no, tus gruñidos son muy fieros!  

    Llegó rebuznando el asno y, al oír su voz tan ronca, la ratita presumida le dice que no enseguida.   Pasa un gato bien plantado y, al oír su voz  divina, muy coqueta lo remira y le dice: Si, mi vida.

    -Ratita, ratita, amada, si me quieres por marido tienes que darme primero tres besos en el sombrero.    Asustada pega un brinco porque ve sus intenciones. Con las prisas se le cae el lazo y lo recoge don gato.

    Esta historia mal termina: la ratita fue cogida  de un zarpazo y, de ella, sólo queda el lazo sobre  la mesa... del gato.                                          

       

 

¿Qué se encontró la ratita presumida?  

  1. a) Un collar de perlas.
  2. b) Una moneda. 
  3. c) Un trozo de comida.

  

¿Qué se compró la ratita?

  1. a) Un lazo.
  2. b) Un collar.
  3. c) Un anillo.

  

¿Cómo era la voz del asno? 

  1. a) Suave.
  2. b) Ronca.  
  3. c) Tímida.

  

¿Qué le dijo el gato a la ratita?

  1. a) Que cantara.
  2. b) Que le diera un beso.   
  3. c) Que le diera tres besos en el sombrero.

Clara y el Caiman - lectura comprension

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Clara entró en el cuarto de su abuela, que estaba todavía completamente dormida.

-  Buenos días, abuela –saludó Clara en voz bastante alta.

-  ¿Uuuuhhh? –gruñó la abuela- ¿Qué te ocurre?

-  Nada, no me pasa nada.

- ¿Nada? ¿Estás segura? Me alegro –dijo la abuela- Me habías asustado.

- ¿Sabes, abuela? Hoy es mi cumpleaños –dijo Clara.

- ¡Ah, es verdad! ¡Muchas felicidades! Luego te compraré un regalo.

- ¿Qué me vas a regalar?

En el calorcito de la cama, la abuela estaba ya empezando a sentirse adormilada.

- Pues... te puedo regalar libros... o un jersey... o... Bueno, lo que tú quieras. Pero ahora déjame dormir.

- Lo que yo quiero es un caimán.

- ¡Un qué...?

La abuela se sentó en la cama, despierta y completamente horrorizada.

- ¡No puedes tener un caimán en casa!

- Es sólo una cría. Es pequeño; así de pequeño –dijo Clara. Y marcó el tamaño con los dedos.

- ¿Qué van a decir tus padres?

- No van a decir nada, estoy segura –dijo Clara-. El caimán vivirá en una pecera grande en mi cuarto y yo lo cuidaré. Será muy fácil. Me ha dicho el chico de la tienda que un caimán come de todo... ¿Me lo comprarás? Di, abuela, me lo comprarás, ¿eh?.

La abuela lo pensó un momento. Luego volvió a escurrirse entre las sábanas:

- Bueno, si eso es lo que quieres... Pero ya veremos qué dicen tus padres.

 

1) ¿Cómo estaba la abuela cuando entró Clara?

  1. a) Dormida
  2. b) Despierta
  3. c) Con los ojos entreabiertos

  

2) ¿Qué dijo Clara a su abuela?

  1. a) Que era su santo
  2. b) Que era su cumpleaños
  3. c) Que estaba enferma

  

3) ¿Qué quería Clara?

  1. a) Un cachorro
  2. b) Un gato
  3. c) Un caimán

  

4) ¿Qué come el caimán?

  1. a) De todo
  2. b) Chocolate
  3. c) Dulces

El lazarillo de tormes - lectura comprension

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    Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna.

    Acordó de hacer un banquete, así por no poderlo  llevar como por contentarme: que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en una  valladar y dijo:

    -Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad,y es que ambos comamos deste racimo de uvas y que   hayas de él tanta parte como yo. Partirlo hemos de  esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal  que me prometas no tomar cada vez más de una uva.

    Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.

    Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería  hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura  no me contenté ir a la par con él; más aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las  comía. Acabado el racimo, sostuvo un poco el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:      -Lázaro: engañado me has. Juraré yo a Dios que   has comido las uvas de tres a tres. 

    -No comí -dije yo-; mas, ¿por qué sospecháis eso?

    Respondió el sagacísimo ciego:

    -¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres?

    -En que comía yo dos a dos y callabas.

 

¿A qué lugar llegaron?    

  1. a) A Cuenca.
  2. b) A Toledo.  
  3. c) A Almorox.

  

¿Qué le dio el vendimiador?

  1. a) Una botella de vino.
  2. b) Un racimo de uvas.  
  3. c) Una bodega.

  

¿Qué hicieron con el racimo de uvas?  

  1. a) Se lo comieron.
  2. b) Decidieron venderlo.
  3. c) Se les perdió.

  

¿Cómo supo el ciego que Lázaro comía de 3 en 3 uvas? 

  1. a) Porque no era ciego.
  2. b) Porque siempre comía Lázaro de 3 en 3. 
  3. c) El ciego tomaba de 2 en 2 y Lázaro callaba.

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