Case Studies

El aguila Real -ejercicios de comprension lectora

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 EL ÁGUILA REAL

            Desde mi puesto de observación, bien camuflado bajo unas matas de boj, me deleito en la contemplación de cinco jóvenes zorros que juegan a la puerta de su refugio. Han salido hace media hora, con toda precaución, cuando el sol se asomaba sobre las cumbres. Poco a poco han ido cobrando confianza; tendidos en las posturas más cómicas han estado mordisqueándose, para terminar persiguiéndose abiertamente sobre la fresca hierba que crece ante el negro agujero de la cueva.

            Súbitamente los cinco zorros a la vez se precipitan hacia su fortín. Casi en el mismo instante oigo detrás de mi cabeza un zumbido creciente, como el producido por una bandada de torcaces al pasar en vuelo bajo por un encinar. Primero veo una sombra enorme, exactamente delante de la mirilla de mi observatorio. Una masa parda se confunde con ella. Es el águila real. Con las alas semicerradas, formando un ángulo con el cuerpo, con las garras abiertas y adelantadas el ave de Júpiter se clava materialmente contra la pared de la cueva de los zorros. En el último instante gira en ángulo recto. Y en lugar de chocar y aplastarse contra la dura caliza, como un observador profano hubiera podido temer, sale lateralmente llevándose un zorrillo en las garras hacia el fondo del valle.

            Esta es la técnica de caza favorita de la reina de las aves: el ataque por sorpresa. Cuando se la ve describiendo amplias órbitas, en lo alto del cielo, en realidad no está cazando. Simplemente trata de ganar altura, dejándose elevar por las corrientes ascendentes de aire caliente, llamadas térmicas, para alcanzar una situación que le permita desplazarse hasta sus cazaderos. Cuando las águilas tienen altura suficiente, se lanzan en un picado oblicuo muy tendido, sin dar un golpe de ala. Así, pueden cubrir distancias de hasta treinta kilómetros. Aprovechando la gran inercia de su caída, vuelan velozmente pegadas al terreno, tratando siempre de aparecer de improviso sobre las crestas y cuerdas de los valles, para sorprender a los mamíferos o a las aves que se encuentran al abrigo de las laderas. Un águila real, lanzada a más de doscientos kilómetros por hora hacia el fondo de un estrecho valle, es un espectáculo inolvidable. Y a esa gran velocidad el pesado pájaro resulta tan ágil como un azor; y puede cortar generalmente con un giro brusco de costado, la finta de la más ágil liebre o el salto hacia la madriguera del astuto zorro.

            

  1. ¿De cuántos zorros se habla en la lectura?
  2. a) Siete
  3. b) Seis
  4. c) Cinco

  

 

  1. ¿Cuánto estuvieron a la puerta del refugio?
  2. a) Media hora
  3. b) Una hora
  4. c) Dos horas

  

  1. ¿Por qué se esconden los zorros?
  2. a) Por indicación de su madre
  3. b) Por capricho
  4. c) Por miedo al águila real

  

  1. El zumbido del águila se parece a:
  2. a) Una bandada de torcaces
  3. b) El juego de los zorros
  4. c) Las corrientes térmicas

  

  1. ¿Cuál es la técnica favorita del águila?
  2. a) La caza nocturna
  3. b) El ataque por sorpresa
  4. c) La persecución

  

  1. Cuando da vueltas en el cielo:
  2. a) Trata de ganar altura
  3. b) Observa a sus presas
  4. c) Contempla el paisaje

  

  1. ¿Cuántos km. pueden recorrer en la bajada?
  2. a) Doscientos kilómetros
  3. b) Treinta kilómetros
  4. c) Diez kilómetros

  

8.¿Cómo lleva las alas en el ataque?

  1. a) Abiertas
  2. b) Cerradas
  3. c) Semicerradas

      

  1. ¿Qué velocidad consigue en la bajada?
  2. a) Doscientos kilómetros por hora
  3. b) Treinta kilómetros por hora
  4. c) Diez kilómetros por hora

      

  1. El águila es tan ágil como:
  2. a) Una liebre
  3. b) Un azor
  4. c) Un zorro

Orfe Y Euroídice -ejercicios de comprension lectora

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ORFEO Y EURÍDICE

                Cuentan las leyendas que, en la época en que dioses y seres fabulosos poblaban la tierra, vivía en Grecia un joven llamado Orfeo, que solía entonar hermosísimos cantos acompañado por su lira. Su música era tan hermosa que, cuando sonaba, las fieras del bosque se acercaban a lamerle los pies y hasta las turbulentas aguas de los ríos se desviaban de su cauce para poder escuchar aquellos sones maravillosos.

                Un día en que Orfeo se encontraba en el corazón del bosque tañendo su lira, descubrió entre las ramas de un lejano arbusto a una joven ninfa que, medio oculta, escuchaba embelesada. Orfeo dejó a un lado su lira y se acercó a contemplar a aquel ser cuya hermosura y discreción no eran igualadas por ningún otro.

    - Hermosa ninfa de los bosques –dijo Orfeo-, si mi música es de tu agrado, abandona tu escondite y acércate a escuchar lo que mi humilde lira tiene que decirte.

    La joven ninfa, llamada Eurídice, dudó unos segundos, pero finalmente se acercó a Orfeo y se sentó junto a él. Entonces Orfeo compuso para ella la más bella canción de amor que se había oído nunca en aquellos bosques. Y pocos días después se celebraban en aquel mismo lugar las bodas entre Orfeo y Eurídice.

    La felicidad y el amor llenaron los días de la joven pareja. Pero los hados, que todo lo truecan, vinieron a cruzarse en su camino. Y una mañana en que Eurídice paseaba por un verde prado, una serpiente vino a morder el delicado talón de la ninfa depositando en él la semilla de la muerte. Así fue como Eurídice murió apenas unos meses después de haber celebrado sus bodas.

    Al enterarse de la muerte de su amada, Orfeo cayó presa de la desesperación. Lleno de dolor decidió descender a las profundidades infernales para suplicar que permitieran a Eurídice volver a la vida.

    Aunque el camino a los infiernos era largo y estaba lleno de dificultades, Orfeo consiguió llegar hasta el borde de la laguna Estigia, cuyas aguas separan el reino de la luz del reino de las tinieblas. Allí entonó un canto tan triste y tan melodioso que conmovió al mismísimo Carón, el barquero encargado de transportar las almas de los difuntos hasta la otra orilla de la laguna.

    Orfeo atravesó en la barca de Carón las aguas que ningún ser vivo puede cruzar. Y una vez en el reino de las tinieblas, se presentó ante Plutón, dios de las profundidades infernales y, acompañado de su lira, pronunció estas palabras:

    - ¡Oh, señor de las tinieblas! Héme aquí, en vuestros dominios, para suplicaros que resucitéis a mi esposa Eurídice y me permitáis llevarla conmigo. Yo os prometo que cuando nuestra vida termine, volveremos para siempre a este lugar.

    La música y las palabras de Orfeo eran tan conmovedoras que consiguieron paralizar las penas de los castigados a sufrir eternamente. Y lograron también ablandar el corazón de Plutón, quien, por un instante, sintió que sus ojos se le humedecían.

    - Joven Orfeo –dijo Plutón-, hasta aquí habían llegado noticias de la excelencia de tu música; pero nunca hasta tu llegada se habían escuchado en este lugar sones tan turbadores como los que se desprenden de tu lira. Por eso, te concedo el don que solicitas, aunque con una condición.

    - ¡Oh, poderoso Plutón! –exclamó Orfeo-. Haré cualquier cosa que me pidáis con tal de recuperar a mi amadísima esposa.

    - Pues bien –continuó Plutón-, tu adorada Eurídice seguirá tus pasos hasta que hayáis abandonado el reino de las tinieblas. Sólo entonces podrás mirarla. Si intentas verla antes de atravesar la laguna Estigia, la perderás para siempre.

    - Así se hará –aseguró el músico.

    Y Orfeo inició el camino de vuelta hacia el mundo de la luz. Durante largo tiempo Orfeo caminó por sombríos senderos y oscuros caminos habitados por la penumbra. En sus oídos retumbaba el silencio. Ni el más leve ruido delataba la proximidad de su amada. Y en su cabeza resonaban las palabras de Plutón: “Si intentas verla antes de atravesar la laguna de Estigia, la perderás para siempre”.

    Por fin, Orfeo divisó la laguna. Allí estaba Carón con su barca y, al otro lado, la vida y la felicidad en compañía de Eurídice. ¿O acaso Eurídice no estaba allí y sólo se trataba de un sueño?. Orfeo dudó por un momento y, lleno de impaciencia, giró la cabeza para comprobar si Eurídice le seguía. Y en ese mismo momento vio como su amada se convertía en una columna de humo que él trató inútilmente de apresar entre sus brazos mientras gritaba preso de la desesperación:

    - Eurídice, Eurídice...

         Orfeo lloró y suplicó perdón a los dioses por su falta de confianza, pero sólo el silencio respondió a sus súplicas. Y, según cuentan las leyendas, Orfeo, triste y lleno de dolor, se retiró a un monte donde pasó el resto de su vida sin más compañía que su lira y las fieras que se acercaban a escuchar los melancólicos cantos compuestos en recuerdo de su amada.

  

 

1) ¿En qué país vivía Orfeo?

  1. a)  Roma.
  2. b)  Grecia.
  3. c)  Mesopotamia.

 

   

 

 

2)  Eurídice era:

  1. a) Una hermosa niña.
  2. b) Una chica divertida.
  3. c) Una ninfa de los bosques.

 

   

 

 

3)  ¿Qué cualidades encontró Orfeo en Eurídice?

  1. a) Hermosura y discreción.
  2. b) Juventud y alegría.
  3. c) Humildad y sencillez.

 

   

 

4) Orfeo compuso para Eurídice:

  1. a) Una sinfonía del bosque.
  2. b) Un concierto de lira.
  3. c) Una bella canción de amor.

 

   

 

 

5) ¿Por qué murió Eurídice?

  1. a) Porque los dioses la condenaron.
  2. b) Porque le mordió una serpiente.
  3. c) Porque la felicidad siempre es corta.

 

   

 

 

6) ¿Qué laguna separa el reino de la luz del reino de las tinieblas?

  1. a) La laguna Estigia.
  2. b) La laguna de Gallocanta.
  3. c) La laguna de los dioses.

 

   

 

 

7) El dios de las profundidades infernales es:

  1. a) Carón.
  2. b) Neptuno.
  3. c) Plutón.

 

   

 

 

8) ¿Qué condición puso Plutón a Orfeo?

  1. a) Tocar un concierto con su lira.
  2. b) No mirar a Eurídice antes de atravesar la laguna Estigia.
  3. c) Componer una canción de amor.

 

   

 

 

9) ¿Por qué Orfeo giró la cabeza para ver a Eurídice?

  1. a) Porque tenía prisa de verla.
  2. b) Porque no se fiaba de Plutón.
  3. c) Por que tenía dudas e impaciencia.

 

   

 

 

10) Eurídice se convirtió en:

  1. a) Una columna de humo.
  2. b) Un montón de cenizas.
  3. c) Una columna de sal.

 

La Amistad- lectura comprension

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AMISTAD 

¿Te gustaría tener amigos? No hay chico que no los busque.  Y  si  los pierde, sufre mucho. Hasta a mí me gustaría; pero no los puedo tener. Muchos me tienen afición, nada más que afición. Amistad sólo puede  existir entre personas. Y tú ya sabes que no lo soy.

¿Quieres saber, antes de seguir, qué‚ es amistad?

Amistad es la mutua simpatía que sienten las  personas,  simpatía  que impulsa a tratarse con frecuencia, que tiende a preocuparse por  ellas  y sus problemas y que intenta mejorarlas.

Las palabras claves de la amistad son:

-          Simpatía.

-          Tratarse.

-          Preocuparse

-          Mejorar.

La simpatía debe ser hacia la persona, con sus cualidades y defectos. Por esto, puede no ser verdadera amistad la simpatía que sientes hacia las actividades que practica el otro: deportivas, por ejemplo. Te  puede caer bien uno porque tiene moto y te lleva a correr. Es un ejemplo.

Lo propio de los amigos es buscarse para hablar de sus cosas: de sus aficiones, sus ilusiones, sus preocupaciones, sus dificultades. Se  sienten vinculados el uno al otro y procuran estar juntos en los momentos  de tristeza y de alegría.

No existe verdadera amistad, mientras no se manifiesta la propia intimidad.

De esta entrega mutua de la intimidad, se deduce el compromiso de guardar secreto y nace la preocupación de ayudarse el uno al otro. De aquí, que toda amistad tienda a mejorar al amigo. No  es  amigo  el que induce a malos comportamientos. A lo sumo es un aliado. Procura  evitar estos aliados, cuanto antes.

No es señal de amistad el abandono de tus normas morales o de tus criterios propios, para aceptar los del amigo. Esto, más bien,  sería  signo de inmadurez.

Un grupo de chicos que se animan mutuamente a travesuras que no harían a solas, no son amigos; son una "pandilla" peligrosa. Los drogadictos  se inician en las "pandillas".

¿Quieres saber dónde puedes encontrar amigos?

Tú te relacionas con chicos de tu edad en diversos lugares. Tienes compañeros en el colegio, en el lugar de veraneo, en actividades deportivas; están los hijos de los amigos de tus padres, etc. De todos ellos,  naturalmente, tienen que salir los amigos.

Alguno te caerá simpático y te será fácil hablar con él. Poco a  poco, de compañeros pasaréis a ser amigos, aunque no os lo digáis.  La  amistad no es un compromiso que se declara. Se vive.

Avisos:

  • Un amigo no debe acaparar la amistad del otro. Quiero decir que no debes impedir que un amigo tuyo tenga, además, otros amigos.
  • Los amigos suelen ser pocos. De entre las personas con que  nos  relacionamos, no es frecuente encontrarse con muchos que sientan aquella  mutua simpatía que lleva a una verdadera amistad.
  • Los amigos se invitan a sus casas y se dan a conocer a las respectivas familias. Es bueno que tus padres conozcan tus amigos.
  • Cada chico tiene que pensar que, antes de los amigos, está  la  propia familia con la que se debe convivir; y hay también unos compañeros que no se deben discriminar por ser amigo de alguno de ellos.

La virtudes que sostienen y fomentan la amistad son:

-          Lealtad.

-          Generosidad.

-          Comprensión.

-          Confianza.

-          Respeto.

-          Pudor al manifestar las intimidades personales.

De todas ellas te hablaré‚ más adelante. Vale la pena que las  conozcas y las vivas. Tus amigos se lo merecen.

  

1)  La amistad es una mutua:

  1. a)  Simpatía 
  2. b)  Atracción
  3. c)  Pasión

 

   

 

2)  La amistad impulsa a:

  1. a)  Recibir compensaciones
  2. b)  Salir a divertirse
  3. c)  Preocuparse por el amigo y sus problemas

 

  

 

3)  Los amigos procuran estar juntos:

  1. a)  En los momentos alegres
  2. b)  En los momentos de tristeza y de alegría
  3. c)  En los momentos de tristeza

 

  

 

 

4)  Cuando uno tiene otros amigos debe:

  1. a)  Pensar como los demás
  2. b)  Tener miedo al "qué‚ dirán"
  3. c)  Mantener los criterios morales.

 

  

 

 

5)  Antes que los amigos está:

  1. a)  La propia familia
  2. b)  Los jugadores de mi equipo deportivo
  3. c)  Mis aficiones personales 

 

  

 

 

6)  El Ordenador tiene:

  1. a)  Amigos
  2. b)  Aficionados
  3. c)  Compañeros

 

  

 

 

7)  La amistad tiende a:

  1. a)  Tratar con frecuencia al amigo
  2. b)  Aprender de los amigos
  3. c)  Recibir favores del amigo

 

  

 

 

8)  El buen amigo desea:

  1. a)  Divertirse juntos
  2. b)  Conocer más cosas
  3. c)  Mejorar al amigo

 

  

 

 

9) De la mutua intimidad entre los amigos se deduce:

  1. a)  El compromiso de guardar secreto
  2. b)  Contar las cosas a otros
  3. c)  Hacerse regalos

 

  

 

 

10) Un amigo mío:

  1. a)  Es sólo para mí
  2. b)  Puede tener otros amigos
  3. c)  Si se va con otro ya no es mi amigo

   

La odisea - lectura comprension

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ODISEA

            Apenas el sol se puso y sobrevino la oscuridad, Circe me cogió de la  mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros  y,  acomodándose   cerca de mí, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por  su orden. Entonces me dijo estas palabras:

            -Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde: llegarás primero a las sirenas,  que  encantan  a  cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas  y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos rodeándole,  llenos de júbilo, cuando torna a su hogar; las sirenas le hechizan con el sonoro canto, sentadas en una pradera en el  centro  de  un  enorme   montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se  va  consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanca, mas si tú deseas oírlas, haz que te aten los pies  y  manos  a  la  parte    inferior del mástil, y que las sogas  se  liguen  a  él:  así  podrás  deleitarte escuchando a las sirenas. Y en caso  de  que  supliques  o mandes a los compañeros que te suelten, atente con más lazos todavía.

            Así dijo; y al punto apareció la Aurora, de áureo trono. La divina  entre las diosas se internó en la isla, y yo, encaminándome al bajel, ordené a mis compañeros que subieran a la nave y desataran las amarras.  Embarcáronse acto seguido y, sentándose por orden  en  los  bancos, comenzaron a batir con los remos el espumoso mar. Por detrás de la nave  de azulada proa soplaba próspero viento que henchía  la  vela;  buen  compañero que nos mandó Circe, la de lindas trenzas, deidad poderosa, dotada de voz.    

             Colocados los aparejos cada uno en su sitio, nos sentamos en la nave, que era conducida por el viento y el piloto. Entonces alcé la voz a mis  compañeros, con el corazón triste, y les hablé de este modo:

            -¡Oh amigos! No conviene que  sean  únicamente  uno  o  dos  quienes  conozcan los vaticinios que me reveló Circe, la divina entre las diosas; y os los voy a contar para que, sabedores de ellos,  o  muramos  o  nos  salvemos, librándonos de la Parca. Nos ordena lo primero rehuir la voz   de las divinales sirenas y el florido prado en que éstas habitan. Sólo   yo debo oírlas; pero atadme con fuertes lazos, en pie y arrimado  a  la  parte inferior del mástil para que me esté allí sin moverme.  Y  en  el  caso de que os ruegue o mande que me soltéis,  atadme  con  más  lazos   todavía.

             Mientras hablaba, la nave llegó muy presto a la isla de las sirenas,  pues la empujaba un viento favorable. Desde aquel instante  echose  el   viento y reinó sosegada calma, pues algún numen  adormeció  las  olas.   Levantáronse mis compañeros, amainaron las velas y pusiérolas  en  la  nave; y, habiéndose sentado nuevamente en los bancos, emblanquecían el   agua, agitándola con los remos de pulimentado abeto. Tomé al instante    un gran pan de cera y lo partí con el agudo bronce en pedacitos, que me  puse luego a apretar con mis robustas manos. Pronto se calentó la cera,  porque hubo de ceder a la gran fuerza y a los rayos del soberano Sol, y  fui tapando con ella los oídos de todos los compañeros. Atáronme éstos   en la nave, de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del  mástil; ligaron las sogas al mismo; y, sentándose  en  los  bancos,  tornaron a batir con los remos el espumoso mar. Hicimos andar la nave  muy rápidamente, y, al hallarnos tan cerca  de  la  orilla  que  allá    pudieran llegar nuestras voces, no les pasó inadvertido a las sirenas que la ligera embarcación navegaba a poca distancia y empezaron un sonoro canto.   

               -¡Ea, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén  la nave para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera la suave voz que fluye de nuestra boca, sino que se  van  todos, después de recrearse con ella, sabiendo más  que  antes,  pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya griegos y troyanos   por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuánto ocurre en la fértil tierra.

              Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con  ganas  de   oírlas, y moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen;    pero todos se inclinaron y se pusieron a remar. Y, levantándose al punto Perimedes y Euríloco, atáronme con nuevos lazos, que me sujetaban más    reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se  oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la  cera  con  que  había  yo  tapado sus oídos y me soltaron las ligaduras.

               HOMERO.  Odisea


 

1.- ¿Quién le enseñó a Ulises cómo librarse de las sirenas?

  1. a) La diosa Parca.
  2. b) La Aurora. 
  3. c) La diosa Circe.

   

2.- ¿Qué hacían las sirenas con los hombres que se acercaban? 

  1. a) Los encantaban.
  2. b) Los mataban.
  3. c) Los dormían.

   

3.- ¿Qué medios usaban las sirenas para hechizar? 

  1. a) Su conversación.
  2. b) Un sonoro canto.
  3. c) Sus gritos.

   

4.- ¿Qué tenía que hacer Ulises con los marineros? 

  1. a) Taparles los oídos con cera.
  2. b) Atarlos a un mástil.
  3. c) Taparles los ojos.

   

5.- ¿Cómo debía estar Ulises?.

  1. a) Con las orejas tapadas de cera blanca.
  2. b) Atado a la parte inferior del mástil.
  3. c) Con los ojos tapados.

   

6.- ¿Con qué les premió Circe?

  1. a) Con un mar en calma.
  2. b) Con una mañana espléndida.
  3. c) Con un viento favorable.

   

7.- Los marineros no debían oír a las sirenas ni:

  1. a) Dejarse invitar por ellas.
  2. b) Pisar el florido prado en que las sirenas habitan.
  3. c) Comer lo que les dieran.

   

 

8.- ¿Qué pidieron las sirenas a Ulises? 

  1. a) Que detuviera la nave.
  2. b) Que subieran a la isla.
  3. c) Que comieran lo que les ofrecían.

   

9.- ¿Quién ató de nuevo a Ulises?  

  1. a) La diosa Circe.
  2. b) La diosa Parca.
  3. c) Perimedes y Euríloco.

   

10.- ¿Detuvieron la nave para oír a las sirenas? 

  1. a) Si.
  2. b) No.
  3. c) Un poco.

A

   

El elefante Africano - lectura comprension

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EL ELEFANTE AFRICANO

    En África abundan todavÍa animales  tan majestuosos como el león, tan bellos como el leopardo y  tan gráciles como las gacelas. Sin embargo, ninguno capta la atención del fotógrafo, del cazador o del  turista como el colosal elefante. ¿Cuál  es  la  causa del magnetismo que irradia una criatura tosca y aparentemente falta de elegancia? ¿Por qué  el  cazador recuerda durante toda su vida los  segundos  en  que tuvo frente a su rifle al gigante africano? ¿Por qué el fotógrafo conserva como el más  preciado  de  sus trofeos el retrato del  proboscidio  en  actitud  de carga?   

    El secreto de la atracción que el elefante ejerce sobre el hombre podría radicar simplemente en su tamaño, en el hecho de que ostenta el récord de peso y de volumen entre los mamíferos de la tierra firme  y el ser humano es un inveterado conquistador  de  récords. Pero se me antoja que el origen  de  nuestras relaciones es mucho más profundo, lejano, y sin duda, dramático. Cada animal fitófago, es  decir,  comedor de plantas, es perseguido, controlado  y,  a  veces, exterminado por un predator específico.  Las  cebras son la presa favorita de los leones; las gacelas,del guepardo; los monos, del leopardo; los angulados paleárticos, del lobo; las palomas, del halcón. El único predator especializado en la caza  de  elefantes, el único cazador que ha venido controlando la población de proboscidios de la Tierra, que ha exterminado algunas de sus razas y ha reducido, en los  últimos cincuenta años, a una décima parte  la  densidad del elefante africano, es el hombre. Se cree que los indios sudamericanos acabaron con los últimos mastodontes del Nuevo Continente. Algunas tribus europeas y asiáticas del Paleolítico vivieron durante milenios a expensas del mamut, gigantesco elefante peludo del Cuaternario, según se ha podido  comprobar  por  los restos hallados en  sus  antiguos  campamentos.  Los pigmeos de las selvas tropicales africanas, los furtivos negros, los profesionales  del  marfil  y  los llamados deportistas de  Europa  y  América   siguen abatiendo elefantes a un ritmo  creciente  donde  no están férreamente protegidos. Los proboscidios están tan bien dotados por la Naturaleza que, sin la  persecución constante del hombre, durante más de  medio millón de años, hubieran llegado  a  extenderse  por todos los continentes, al menos  en  sus  partes cubiertas de vegetación herbácea o arbustiva.

    Pero la más espectacular e inesperada  consecuencia de la interdependencia entre el hombre y el elefante, cazador y presa,  respectivamente,  ha  tenido lugar en los grandes parques africanos.

        

  1. El animal más atrayente al fotógrafo es:
  2. a) El elefante.
  3. b) El león.
  4. c) El leopardo.

   

  1. ¿Por qué ejerce tanta atracción?
  2. a) Por su elegancia.
  3. b) Por su tosquedad.  
  4. c) Por su tamaño.

   

  1. Los animales comedores de plantas son:   
  2. a) Fitófagos.
  3. b) Predatores.
  4. c) Carnívoros.

   

  1. La presa favorita de los leones es:
  2. a) Las gacelas.
  3. b) Las cebras.
  4. c) Los monos.

   

  1. La presa favorita del guepardo es:
  2. a) Las gacelas.
  3. b) Las cebras.  
  4. c) Los monos.

   

  1. El predator de los elefantes es: 
  2. a) El león.
  3. b) El hombre.  
  4. c) El leopardo.

   

  1. El elefante es un: 
  2. a) Predator.
  3. b) Mastodonte. 
  4. c) Proboscidio.

   

  1. En los últimos cincuenta años han desaparecido:
  2. a) La décima parte de los elefantes.
  3. b) La mitad de los elefantes.
  4. c) La mayoría de los elefantes.

   

  1. El mamut fue la caza de:
  2. a) Los indios sudamericanos.
  3. b) Algunas tribus del Paleolítico.
  4. c) Algunas tribus africanas.

   

  1. El hombre persigue al elefante desde hace: 
  2. a) Dos millones de años.
  3. b) Un millón de años.
  4. c) Medio millón de años.

Robinson Crusoe - lectura comprension

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Robinson Crusoe

    Estaba yo en la cumbre de la colina, en la parte este  de  la  isla,  desde donde en un día despejado había llegado  a divisar el continente   americano, cuando Viernes miró muy atentamente hacia el continente y en  una especie de arrebato, empezó a brincar y a bailar  y  me  llamó  a    gritos, porque yo estaba a cierta distancia de él. Le pregunté que qué   le pasaba.

    -¡Oh, alegría! -dijo-. ¡Oh, alegre! ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!

    Observé que una inmensa sensación de placer aparecía en su rostro, y  que sus ojos centelleaban, y  que  sus  ademanes  revelaban  un  ansia   extraordinaria, como si quisiera volver de nuevo  a  su  tierra.  Esta   observación mía me sugirió muchas ideas, que en un principio me hicieron no estar tan tranquilo respecto de mi nuevo criado Viernes como lo estaba antes. No tenía ninguna duda de que si Viernes podía  regresar  con  su  pueblo, no sólo olvidaría toda su religión, sino también toda su gratitud para conmigo; y también que sería lo suficientemente  osado  como  para  hablar de mí a los suyos, regresar con un  centenar o dos de  ellos,  y  hacer un festín conmigo, lo cual le produciría tanto júbilo como el que  solía sentir con los de sus enemigos cuando  eran  hechos  prisioneros   en la guerra. Pero era muy injusto con aquel pobre ser honrado, lo cual  lamenté más adelante.

    Como mi recelo aumentaba hasta llegar a dominarme,  durante  varias semanas estuve un poco más circunspecto, y no tan familiar y amable con  él como antes.

    Al cabo de varios días, sondeé a Viernes y le dije que le daría  un   bote para volver a su tierra; y así fue como le llevé a ver a mi chalupa, que se hallaba en el otro lado de la isla, y tras haberla  vaciado  de   agua, porque yo siempre la mantenía hundida, la puse a  flote,  se  la   enseñé y los dos nos metimos dentro.  Vi que era habilísimo en maniobrar con ella,  que  sabía  hacerla navegar casi con tanta ligereza y rapidez como yo mismo; así que cuando  él estuvo dentro le dije:

    -Bueno, Viernes, ¿vamos a tu tierra?

    Se quedó como alelado al oírme decir esto, al parecer porque  creía   que el bote era demasiado pequeño para ir tan lejos. Entonces le  dije   que tenía otro mayor; así es que al día siguiente fui hacia  el  lugar   donde estaba el primer bote que había hecho, pero que no  pude  llevar   hasta el agua. El dijo que aquél era lo suficientemente grande; pero lo  que pasaba era que como yo no me había cuidado de él, y  había  estado   allí veintidós o veintitrés años, el  sol  lo  había  resquebrajado  y   resecado, de manera que estaba inservible. Viernes me dijo que un bote   así iría muy bien y podría llevar "mucho bastante víveres, bebida, pan", que así era como hablaba. 

    Estaba ya por este tiempo tan obsesionado por mi propósito de cruzar  el mar con él y llegar hasta el continente, que después de todo aquello  le dije que íbamos a hacer un bote tan grande  como  ése  para  que  él  pudiera volver a su país. No respondió ni una palabra,  pero  se  quedó  muy serio y triste. Le pregunté qué le pasaba. Y él a su  vez  me  hizo  esta pregunta:    -¿Por qué muy enfadado con Viernes? ¿Qué hacer yo?

    Le pregunté que qué quería decir con esto y le aclaré  que  yo  no    estaba en absoluto enfadado con él. -¡No enfadado! ¡No enfadado! -exclamó repitiendo  varias  veces  las  palabras-. ¿Por qué enviar Viernes fuera de casa a mi tierra?

    -¡Cómo! ¿No decías que querrías estar allí? 

    -Sí, sí -respondió-, querer estar allí los dos, no querer Viernes allí y amo no allí. En una palabra, no le cabía en la cabeza irse sin mí.

    -Pero, Viernes -dije-, si me voy contigo, ¿qué voy a hacer yo allí?

    A esto me replicó con mucha viveza:

    -Tú hacer mucho, mucho bien, tú enseñar hombres salvajes ser hombres  buenos, sabios, pacíficos; tú enseñarles conocer Dios, rezar Dios y vivir vida nueva.

    -¡Ay, Viernes! -dije-, no sabes lo que dices, yo no soy más  que  un  ignorante.

    -Sí, sí -insistió-, tú enseñarme bien, tú enseñar ellos bien.

    -No, no, Viernes, irás sin mí, me dejarás aquí viviendo  solo  como   antes.

    De nuevo pareció quedarse  muy  confuso  ante  estas  palabras, y precipitándose sobre una de las destrales que solía llevar, la  cogió apresuradamente, vino hacia mí y me la dio.

    -¿Qué tengo que hacer con esto? -le pregunté.

    -Tú matar Viernes -dijo.

    -¿Y por qué tengo que matarte?

    Replicó con mucha viveza:

    -¿Por qué enviar lejos Viernes? Coger, matar Viernes; ¿no enviar lejos Viernes?

    Esto lo decía con tanta emoción que vi lágrimas en sus ojos.  En  una palabra, que vi con tal evidencia el extremado afecto que me profesaba y lo firme de su resolución, que le dije entonces, y se lo repetí a menudo más adelante, que nunca lo enviaría lejos de mí, si él quería  quedarse  conmigo.

      

1.- ¿Cómo se llamaba el amigo de Robinson?

  1. a) Miércoles. 
  2. b) Jueves.
  3. c) Viernes.

   

2.- ¿Qué dijo Viernes al divisar el continente americano?  

  1. a)  Quiero irme a mi tierra.
  2. b) ¡Yo ver mi tierra, ver mi país!
  3. c) ¡Quiero dejarte solo en la isla!

   

3.- Robinson pensaba que si Viernes se marchaba:

  1. a)  Olvidaría toda su religión y la gratitud para con él. 
  2. b)  El se quedaría muy triste.
  3. c)  Se moriría de pena.

   

4.- Robinson estaba circunspecto o reservado porque:

  1. a)  Tenía miedo de quedarse solo.
  2. b)  Aumentaba su recelo.
  3. c)  Sentía tristeza.

   

5.- El bote grande estuvo al sol durante: 

  1. a)  Doce o trece años.
  2. b)  Veinte o veintiún años.
  3. c)   Veintidós o veintitrés años.

   

6.- ¿Cómo estaba el bote grande?  

  1. a) Sin pintura.
  2. b) Inservible.
  3. c) Abandonado.

   

7.- Robinson le propuso a Viernes:

  1. a)  Hacer un bote grande.
  2. b)  Hacer dos botes. 
  3. c)  Irse con el bote pequeño.

   

8.- ¿Por qué Viernes se quedó serio y triste? 

  1. a)  Porque abandonaba la isla.  
  2. b)  Porque se iban a separar.  
  3. c)  Porque no tendría compañía.

   

9.- ¿Qué podía enseñarles Robinson a los amigos de Viernes?

  1. a)  A pescar. 
  2. b)  A hacer botes. 
  3. c)  A conocer a Dios, a rezar y a vivir una vida nueva.

   

10.- ¿Qué virtud tenía Viernes?  

  1. a)  La fidelidad. 
  2. b)  La fortaleza.
  3. c)  La sabiduría.

                                 

La motivacion - lectura comprension

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LA MOTIVACIÓN  

    El poder estudiar (tener inteligencia) es muy  importante  para conseguir el éxito en los estudios, pero no lo es todo.  Hay  estudiantes  que teniendo una inteligencia normal, a base de esforzarse y "machacar"  terminan sacando buenas notas. 

    El querer estudiar (tener motivaciones o voluntad) es tan importante o más que la inteligencia para alcanzar buenas notas. La motivación, en  el sentido de causa que mueve o impulsa a estudiar, ha sido estudiada  en un trabajo de investigación con alumnado del Ciclo Superior de E.G.B. de Zaragoza (Memoria de Licenciatura. Ramo García, Arturo.  Valencia,  octubre de 1977). En este trabajo se distinguen las motivaciones internas  y  las externas. Llamamos internas o personales a aquellas motivaciones que  nacen del propio alumno, que quiere hacer algo por sí mismo y tiene  voluntariedad actual. Las motivaciones externas o ajenas son aquellas  que  no nacen del alumno sino de otras personas  (padres,  hermanos,  profesores, compañeros) y de circunstancias que le rodean.  

    Entre las motivaciones internas o personales distinguimos las  que hacen referencia al interés profesional (conseguir un buen trabajo y seguir estudiando), al interés personal (me  gusta  estudiar,  por  satisfacción personal) y al interés escolar (saber más, sacar buenas notas, superarme).Estas motivaciones internas están muy relacionadas con  el  alumnado  que obtiene altos rendimientos.   

    Las motivaciones externas o ajenas suelen ser familiares (por satisfacer a los padres, porque me riñen o me pegan), escolares (por no  suspender en las evaluaciones, por saber contestar en clase) y sociales (por ir de veraneo, por tener el sello de listo). Todas ellas están muy  relacionadas con el alumnado de rendimiento bajo. Podríamos  afirmar  que  estas motivaciones externas no sólo no ayudan al estudiante sino que le  perjudican en sus rendimientos escolares. Dicho de otra forma,  para  que  los rendimientos sean satisfactorios ha de ser el alumno quien primordialmente quiera estudiar, con interés personal, profesional o escolar, que  nacido dentro de sí mismo le empuje al esfuerzo que ordinariamente exige el estudio.

    Si esta motivación personal o interna no existe o incluso es  negativa-con un rechazo claro hacia el estudio- los esfuerzos que  hagan  los padres, los profesores y compañeros para ayudar al alumno, utilizando todos los medios (propinas, castigos, riñas, recompensas afectivas, etc.),  serán insuficientes. También serán insuficientes los otros estímulos de  la sociedad que empujan al alumno al estudio.

 

  1. El poder estudiar consiste en:   
  2. a) Tener ganas de estudiar.
  3. b) Tener inteligencia.   
  4. c) Dedicar tiempo al estudio.

   

2.- El querer estudiar se refiere a: 

  1. a) Tener motivaciones.
  2. b) Tener inteligencia.
  3. c) Tener buenos libros.

   

3.- Las motivaciones que nacen del propio alumno se llaman:  

  1. a) Internas o personales.
  2. b) Externas o ajenas.  
  3. c) Sociales. 

   

4.- Las motivaciones internas o personales están relacionadas con: 

  1. a) Los rendimientos bajos.
  2. b) Los rendimientos altos. 
  3. c) Los rendimientos medios.

   

5.- Las motivaciones que nacen de otras personas se llaman:  

  1. a) Circunstanciales.
  2. b) Internas o personales. 
  3. c) Externas o ajenas. 

   

 

 

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